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--María Amparo no puede hacer más que soportar una lágrima y retirarse a su habitación, se ha quedado sin argumentos para responderle a su padre, pero en su mente sigue el ansia por continuar sus estudios, ¿Será correcto hacerlo?, y si lo hace ¿Qué escuela sería mejor elegir?, tiene ansias por conocer, por saber qué es lo que se habla de los sucesos en el país, por participar de él fuera del hogar, comenzar a ganar su propio dinero aunque no sea mucho, sólo por la satisfacción de lograr algo más que cocinar y bordar, pero no quiere hacerle pasar vergüenzas a su familia y ella tampoco quiere sufrirlas, además, no conoce la vida del trabajo en realidad, ¿Qué pasará si estudia y nadie la contrata ni la respeta porque no se ve bien que una mujer posea conocimientos?, ¿Qué tal que se queda soltera, qué van a decir sus primas y sus amigas que tienen tan buenos pretendientes? Sería lo peor que le podría pasar, su madre le ha enseñado que una mujer sin familia queda al margen de la sociedad, pierde su sentido ¿Y si termina en la calle como dice su padre? ¿Será que debe aceptar a Leopoldo y entregarse al hogar como su madre?

 

Además, Leopoldo es un buen hombre, un buen partido, de una buena familia, que al parecer la quiere y es sumamente apuesto, quizás debería dedicarse al hogar como todas sus primas y amigas, parece ser lo más aceptado en la sociedad porfiriana. Tal vez, podría seguir leyendo un poco de prensa o algún libro mientras Leopoldo no esté en casa, aunque antes tendría que cumplir con sus deberes para que la casa se encuentre lista y la comida en la mesa para cuando él llegue del trabajo. Parece una vida más sencilla que  arriesgarse a estudiar y ser rechazada por su familia y por la sociedad. Podría seguir la tradición femenina de las mujeres decentes, respetables, y aceptar su lugar en el ámbito privado del hogar.

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