María Amparo: Pero padre, a mí me gustaría aprender, además dicen que algunas mujeres comienzan a inscribirse en esa escuela, no estaría yo sola con todos los hombres. Además, ya estamos en 1898, ya hace once años que Matilde Montoya se convirtió en la primera médica mexicana en 1887, ¡Imagínese, si estudio podría convertirme en médica como ella!, o estudiar alguna otra carrera.
Don Alonso: ¿¡Continuar estudiando aún más!? ¿Cuándo te vas a dedicar a tu casa? ¿Y qué es de esa tal Matilde? Te aseguro que no puede encontrar esposo debido a sus estudios, además la medicina es cosa de hombres, a lo mucho una mujer puede asistir en los partos pero nada más y para eso no requiere estudios, mejor que consulte a una comadrona. ¿Qué vendrá después, una abogada?
María Amparo: ¿O qué opina Usted de la Escuela Normal Femenina? Ahí podría aprender el arte de enseñar, parece ser una escuela a la que se inscriben muchas mujeres si lo que le preocupa es que estudie con hombres.
Don Alonso: ¿Quieres corromperte como esas mujeres? ¿Qué será entonces de este país? Si lo que quieres es cuidar y educar niños ahí tienes a tus hermanos, o cásate con Leopoldo y ten a los tuyos propios, no hay mejor mujer que la que se entrega al hogar y cuida de su familia, ¿Para qué quieres dedicarte a cuidar niños ajenos?, tu deber está para con tu familia entiéndelo ¿O quieres tratos y andar en boca del peladaje?
María Amparo: ¿O la de Artes y Oficios?, he escuchado que ahí también se enseñan cursos teóricos sobre temas de ciencia.