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--Doña Josefa, la madre de María Amparo, ha escuchado la discusión entre su esposo y su hija, pero no quiso intervenir porque eso no le corresponde a una mujer, menos que nada contrariar a su esposo, así que no pudo hacer más que prestar atención y evitar un sollozo al pensar que su amada hija pueda quedarse en la calle debido a sus decisiones.

 

Josefa sabe desde que ella misma era una niña, que su lugar era la casa, cuidar de su padre y hermanos era su responsabilidad, así que tiene sentido que María Amparo, siga el orden tradicional de las familias mexicanas, además ha vivido entre todo tipo de comodidades y mimos. Pero ha comenzado a dudar, la prensa que su hija tiene en su cuarto, y que ella ha leído a hurtadillas, con sentimientos encontrados, parece alentar a las jóvenes al estudio para que tengan un mejor futuro ¿Acaso eso es realmente malo?

Además el hermano de Doña Josefa, el Doctor Andrés, le ha aconsejado que es bueno que María Amparo tenga más estudios. En su familia tienen el antecedente de que Antonieta (la hermana de Andrés y Josefa), quedó viuda hace años y ahora se encuentra en una condición

2. Sueños de estudio

 precaria pese a la ayuda que le brindan, porque ni pensar que pueda obtener un trabajo, además del prestigio, nunca aprendió ni siquiera un oficio para poder mantenerse, así que a Doña Josefa no le parece tan descabellado que su hija aprenda a ganarse la vida en caso de que sea necesario, aunque claro, su principal deber tendría que ser el hogar, pero ¿Y si su esposo tiene razón y sus estudios sólo hacen que su hija se quede soltera?, Sería fatal para la familia Rivera ser relegados de su círculo social a causa de la decisión de una joven impresionable.

 

Mientras Doña Josefa reflexiona sobre las decisiones de su hija, llega su hermano, el Doctor Andrés, el médico brillante y liberal, al ver la expresión pensativa de su hermana intuye lo que le sucede.

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